Los aneurismas aórticos (protuberancias y puntos débiles en la arteria más grande del cuerpo) pueden aparecer en el pecho (aneurisma aórtico torácico), en la parte de la aorta que va desde el pecho hasta el abdomen (aneurisma aórtico toracoabdominal) o en el abdomen (aneurisma aórtico abdominal), el tipo más común de aneurisma aórtico.

Los cirujanos vasculares del Hospital Englewood tratan los aneurismas aórticos abdominales con un tratamiento personalizado para cada paciente.

Espera vigilante

Dependiendo del tamaño del aneurisma y del riesgo de ruptura, el mejor tratamiento puede ser el monitoreo cuidadoso y de rutina del aneurisma con medicamentos para controlar la presión arterial.

Reparación endovascular de aneurisma (EVAR)

Se utiliza para algunos aneurismas torácicos y abdominales. En esta opción mínimamente invasiva, el cirujano introduce un tubo delgado a través de una pequeña incisión en la ingle hasta el lugar del aneurisma. Se inserta y se expande un tubo de malla (stent). Esto permite que la sangre fluya a través de la arteria sin ejercer presión sobre el aneurisma.

Reparación endovascular fenestrada de aneurisma (FEVAR)

La aorta tiene muchas ramificaciones que se desprenden de ella para llevar sangre a todas las partes del cuerpo. Si el aneurisma está ubicado cerca de una de estas ramificaciones que suministran sangre al riñón o al hígado, por ejemplo, se necesita un tipo especial de stent.

Los cirujanos utilizan un stent “fenestrado” que contiene aberturas personalizadas que permiten que la sangre viaje desde la aorta hasta las ramas que irrigan los órganos vitales.

Cirugía abierta

Cuando los aneurismas son demasiado grandes para ser tratados con EVAR o FEVAR, o si el aneurisma está ubicado cerca de donde la aorta se une al corazón, puede ser necesaria una cirugía a corazón abierto. La reparación quirúrgica implica acceder y extraer el aneurisma a través de una abertura en el pecho o el abdomen, y luego insertar un tubo de malla en su lugar.