Entre las herramientas que utilizamos para evaluar y diagnosticar la enfermedad pulmonar se encuentran:

  • Análisis de sangre
  • La broncoscopia permite al médico observar el interior de las vías respiratorias mediante un tubo delgado con una cámara en el extremo. El broncoscopio se introduce por la nariz o la boca y se guía a través de las vías respiratorias, enviando imágenes a una pantalla de computadora para ayudar al médico a diagnosticar enfermedades pulmonares, tumores e infecciones.
  • Radiografía de tórax
  • La biopsia de pulmón se puede realizar durante una broncoscopia. El médico puede recolectar pequeñas muestras de tejido pulmonar que se evaluarán para detectar cáncer, infecciones y otras afecciones.
  • La tomografía computarizada de pulmón utiliza rayos X para observar la estructura pulmonar y examinar los pulmones en busca de tumores que podrían ser demasiado pequeños para ser vistos con rayos X.
  • Las pruebas de función pulmonar miden la cantidad de aire que pueden contener los pulmones, cómo reaccionan los pulmones en respuesta a ciertos medicamentos y cómo los pulmones transfieren gases (como el monóxido de carbono) a través de sus paredes y hacia el torrente sanguíneo.
  • La polisomnografía es un estudio comúnmente utilizado para el diagnóstico de los trastornos del sueño.
  • La tomografía por emisión de positrones (PET) utiliza pequeñas cantidades de material radiactivo para mostrar áreas donde se encuentra el cáncer y dónde puede haberse diseminado.
  • La espirometría es un tipo de prueba de la función pulmonar que evalúa el estrechamiento de las vías respiratorias. Mientras respiras en un tubo durante varios minutos, se mide la cantidad de aire que entra y sale de los pulmones, así como la velocidad del movimiento del aire.